El kéfir es una bebida fermentada repleta de probióticos y otros ingredientes muy beneficiosos para nuestra salud. El kéfir se elabora dejando que cultivos vivos especiales, llamados gránulos o nódulos de kéfir, fermenten la leche (nódulos de kéfir + leche) o el agua endulzada (gránulos de kéfir + agua con azúcar) durante unas 24 horas. Estos gránulos o nódulos están llenos de proteínas, polisacáridos y una mezcla de varios tipos de microorganismos tales como levaduras, aromas y bacterias, responsables de producir ácido láctico, altamente beneficiosas para los seres humanos. El kéfir tiene muchos efectos beneficiosos para el cuerpo, como por ejemplo, ayuda a impulsar el sistema inmunológico, mejora la digestión, ayuda a regular el colesterol, etc.
El kéfir o búlgaros de leche es el resultado de la inoculación (fermentación) de la leche con los nódulos de kéfir de leche.
El kéfir de agua, también conocido como tibicos, es el resultado de la inoculación (fermentación) del agua azucarada con tibicos (gránulos de kéfir de agua).
Históricamente, el kéfir tiene su origen en las montañas del Cáucaso y se producía en bolsas de piel. Estas eran colgadas cerca de la puerta y se golpeaban varias veces al día para revolver su contenido. De esta manera se aseguraban de que la leche y los nódulos estuvieran bien mezclados. Hoy en día, el kéfir es muy popular entre las personas que desean cuidar su salud y sienten un amor incondicional por los métodos tradicionales y naturales de preparar los alimentos. Es muy sencillo de preparar pues tan sólo necesitas dos cosas: Nódulos o gránulos de kéfir y un recipiente de vidrio.
Nódulos de kéfir
Dentro de los nódulos de kéfir viven en una relación simbiótica (armoniosa) más de 30 cepas diferentes de bacterias beneficiosas y levaduras. La parte visible de los nódulos son una combinación de proteínas insolubles, aminoácidos, lípidos (grasas) y polisacáridos solubles (azúcares complejos). Científicamente hablando, el contenido de un nódulo de kéfir liofilizado (deshidratado mediante frío) ha demostrado estar compuesto de grasas, mucopolisacáridos, proteínas (tanto insolubles como solubles) y aminoácidos, así como una gran cantidad de sustancias aún no conocidas. También, si se observan estos nódulos mediante un microscopio, se puede encontrar hierro amorfo y cristalino en pequeñas cantidades en su superficie. [fuente]
Los nódulos de kéfir son reutilizables, lo que significa que tan sólo necesitas obtenerlos una vez ya que estos pueden producir kéfir, es decir fermentar, indefinidamente, por supuesto si los cuidas bien. La mejor manera de adquirir nódulos de kéfir es obtenerlos de otro usuario que los utilice, ya sea de un amigo u otro entusiasta amante del kéfir. Puedes encontrar a otros amantes del kéfir que están dispuestos a compartir sus nódulos y gránulos en www.kefirhood.com, esta web es una comunidad de intercambio de nódulos y gránulos de kéfir de más de 3.000 usuarios repartidos por todo el mundo.
Recipiente de vidrio
Tradicionalmente, el kéfir se fermentaba en bolsas de piel que se golpeaban varias veces al día para mezclar su contenido. En la actualidad podemos utilizar cualquier material no corrosivo para ello. La mayoría de las personas usan recipientes de vidrio que son fáciles de limpiar, y que, deben de garantizar, un buen flujo de aire. El proceso de fermentación produce una serie de gases y estos necesitan ser expulsados, de lo contrario, es probable que puedas encontrar un pequeño desastre en tu cocina ocasionado por la acumulación de gases. La tarea de separar los nódulos del kéfir ya hecho puede resultar una tarea un tanto engorrosa, aquellos que preparan el kéfir suelen usar coladores de plástico y telas para ello, pero nosotros te recomendamos encarecidamente usar nuestro kit todo en uno, Kefirko, ya que así podrás preparar tu kéfir de una manera fácil y limpia.
Si deseas conocer cuáles son los beneficios que nos aporta el kéfir te recomendamos leer nuestro siguiente post: Beneficios de beber kéfir