La fermentación es un proceso fascinante donde ejércitos de microbios transforman azúcares en delicias como el kéfir, la kombucha o el kimchi. Pero imagina que estás dando una fiesta: las cosas se pueden torcer si se cuela un invitado no deseado. En la fermentación, ese invitado puede ser el aire.
¿Por qué el aire puede ser un problema?
Demasiado aire puede ser un desastre
Una exposición excesiva al aire puede provocar problemas como la aparición de moho, sabores extraños, decoloración, pérdida de nutrientes ¡e incluso un exceso de vinagre en tu kombucha!

Muy poco aire puede llevar al estancamiento
Algunos fermentos, como los que utilizan cultivos iniciadores, necesitan una pequeña cantidad de aire al principio para arrancar el proceso. Sin nada de aire, la fermentación podría ralentizarse o detenerse por completo.
Fermentación aeróbica vs. anaeróbica
Existen dos tipos principales de fermentación:
Fermentación aeróbica
Estos microbios, como los que se utilizan en la producción de vinagre, requieren un suministro constante y reducido de aire para prosperar. Descomponen los azúcares y producen subproductos como el ácido acético y el alcohol.
Fermentación anaeróbica
Aquí, los microbios no necesitan oxígeno (de hecho, podría perjudicarles). Piensa en el chucrut y el kimchi: estos fermentos dependen de microbios anaeróbicos que producen ácido láctico, dándoles su característico sabor ácido.

Fermentación mixta: ¿lo mejor de ambos mundos?
Algunos fermentos, como el pan de masa madre y la kombucha, se encuentran en un punto intermedio. Pueden beneficiarse de una breve exposición inicial al aire para poner en marcha el proceso, seguida de una fase anaeróbica en la que se excluye el aire.
Pan de masa madre
El cultivo iniciador se beneficia al principio de cierta exposición al aire, pero la masa del pan fermenta en un ambiente anaeróbico.

Kombucha
Aunque la kombucha es principalmente una fermentación anaeróbica, hay quien defiende que una exposición limitada al aire al principio puede contribuir al desarrollo de un perfil de sabor más complejo.

Kéfir
A diferencia de los fermentos estrictamente anaeróbicos donde el aire se excluye por completo, hay quien sostiene que el kéfir podría beneficiarse de una pequeña exposición al aire durante el proceso. Esto permite que algunas levaduras aeróbicas contribuyan al desarrollo de los perfiles de sabor y aroma.

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Domina el flujo de aire: tus herramientas de fermentación
Ahora que entiendes la importancia de gestionar el aire, vamos a explorar algunos equipos que te serán de gran ayuda:
Pesos de vidrio
Mantienen las verduras sumergidas en tu fermento para evitar que entren en contacto con el aire y que crezca moho.

Tapas herméticas con válvula de presión
Ideales para fermentos en los que quieres excluir el aire pero permitir que se libere la presión (CO2).

Bombas de vacío
Para extraer el aire del tarro.

Tapas con apertura parcial
Perfectas para fermentos de kombucha, masa madre y kéfir, donde el aire no perjudica en las fases iniciales, a la vez que protegen de contaminantes e insectos.

Al comprender el papel del aire y utilizar las herramientas adecuadas, puedes crear alimentos fermentados deliciosos y saludables en casa. Así que, ¡controla el aire, libera el poder de los microbios y prepárate para disfrutar de unos resultados espectaculares!