El otoño llena tu huerto de tesoros, pero también de una pregunta: ¿qué hacer con todo antes de que se eche a perder? La solución es una técnica milenaria y sorprendentemente sencilla: la fermentación. Transforma tu excedente en delicias llenas de probióticos que no solo alargan la vida de tus alimentos, sino que los hacen más digestivos y nutritivos, justo lo que tu cuerpo pide para los meses de frío.
Sigue leyendo y descubre recetas que cambiarán tu despensa para siempre.

Salsa Picante que Enciende el Alma
Para esta receta necesitarás:
- 500 g de pimientos picantes o guindillas
- 4 dientes de ajo (laminados)
- 1 cucharada sopera de sal marina
- 1-2 cucharadas soperas de miel o azúcar
- 500 ml de agua
- Prepara los pimientos. ❗Usa guantes para protegerte las manos del picor. Quítales el tallo. Si quieres una salsa más suave, retira las semillas y las membranas blancas.
- Disuelve la sal en el agua para crear la salmuera. Coloca los pimientos troceados y el ajo laminado en un tarro de cristal. Vierte la salmuera por encima. Usa un peso de cristal para mantenerlo todo sumergido durante la fermentación. Cierra el tarro con la tapa y déjalo fermentar de 1 a 2 semanas.
- Revisa la salsa cada día o dos. Una vez lista, guárdala en la nevera, donde se conservará hasta tres meses.
¡No te pierdas ni un solo truco sobre el mundo de la fermentación!
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Hobak Kimchi (Kimchi Coreano de Calabacín)
Ingredientes:
- 2 calabacines medianos
- 2 cebolletas
- 2 dientes de ajo
- 1 cucharadita de jengibre rallado
- 1 cucharada sopera de copos de pimiento rojo coreano (Gochugaru)
- 1 cucharada sopera de salsa de pescado (o salsa de soja)
- 1 cucharadita de azúcar
- 1 cucharadita de sal
- Corta los calabacines en tiras finas. Mézclalos con la sal en un bol y déjalos reposar unos 15-20 minutos.
- En otro bol, mezcla el resto de ingredientes. Ajusta la cantidad de copos de pimiento a tu gusto.
- Escurre el agua que ha soltado el calabacín. Añade las tiras de calabacín a la pasta de especias y mezcla bien. Incorpora también la cebolleta picada.
- Pasa la mezcla a un tarro de cristal. Presiona con suavidad para que suelte sus jugos y eliminar bolsas de aire. Coloca un peso de cristal encima para mantener las verduras sumergidas. Cierra con la tapa y extrae el aire con la bomba.
Deja que fermente de 3 a 5 días. Cuando esté listo, guárdalo en la nevera. Se conservará durante semanas.

Relish de Tomate Verde Fermentado
Ingredientes:
- 2 tazas de tomates verdes
- 1/2 taza de cebolla
- 2-3 dientes de ajo
- 1 cucharadita de semillas de eneldo
- 1 cucharadita de semillas de mostaza
- 1-2 cucharaditas de sal marina
- En un bol limpio, combina los tomates verdes y la cebolla finamente picados con el ajo laminado. Espolvorea las semillas de eneldo, las de mostaza y la sal por encima. Mezcla todo suavemente para que se distribuya de forma uniforme.
- Introduce la mezcla en un tarro de cristal, presionando para que libere sus jugos. Coloca un peso de cristal encima para que todo quede sumergido en su propia salmuera. Cierra el tarro con la tapa y extrae el exceso de aire con la bomba.
- Deja que fermente de 1 a 2 semanas. Pruébalo después de una semana para ver si ha alcanzado el punto de acidez que te gusta.
- Cuando esté ácido y lleno de sabor, traslada el tarro a la nevera. Se conservará hasta 3 meses.
Además de estas recetas, aquí tienes otras ideas sencillas para darle una nueva vida a tu excedente de verduras:
- Remolacha encurtida: Conserva la remolacha fermentándola con azúcar, sal y especias. Disfrútala como una guarnición vibrante o en ensaladas.
- Bastones de zanahoria fermentada: Corta zanahorias frescas en bastones y ferméntalas con ajo y eneldo para un snack crujiente y rico en probióticos.
- Chutney de manzana fermentada: Usa las manzanas sobrantes para hacer un chutney agridulce con especias como canela, clavo y jengibre. Ideal para acompañar quesos o carnes asadas.
- Calabaza fermentada: Corta la calabaza de invierno en dados y ferméntala con especias como comino y cilantro para una guarnición única y deliciosa.
Al adoptar estas técnicas de fermentación, no solo reduces el desperdicio de alimentos, sino que también enriqueces tu dieta con nutrientes esenciales, perfectos para los meses más fríos que se avecinan. Utiliza cualquiera de estos consejos para asegurar la longevidad y la calidad nutricional de tu cosecha de otoño.