¿Buscas la bebida definitiva para los días de sol? Imagina una explosión de sabor floral, un burbujeo refrescante y un toque ácido que despierta tus sentidos. Esta receta une el delicado perfume del saúco y tu kombucha casera en una bebida chispeante, perfecta para cuando aprieta el calor.
Paso 1: Prepara un Sirope de Saúco Casero Irresistible
Ingredientes (para ~1 litro de sirope):
- 10 flores de saúco grandes y frescas (completamente abiertas y limpias)
- 1 litro de agua
- 1 kg de azúcar
- 1 limón ecológico en rodajas
Elaboración:
- Pon a hervir 1 litro de agua.
- Retira del fuego y añade el azúcar, removiendo hasta que se disuelva por completo.
- Deja que el sirope se enfríe.
- Añade las flores de saúco y las rodajas de limón.
- Cubre el recipiente y déjalo infusionar durante 24 horas a temperatura ambiente.
- Cuela el sirope y viértelo en una botella de cristal limpia.
Paso 2: La Magia de la Segunda Fermentación con Saúco
Ingredientes:
- Kombucha casera natural (con la primera fermentación terminada)
- Sirope de saúco (usa aprox. un 10-15 % del volumen total de líquido)
- Botellas herméticas
Elaboración:
- En cada botella, vierte sirope de saúco hasta ocupar entre un 10 y un 15 % del volumen total.
- Rellena el resto con tu kombucha casera natural.
- Cierra bien las botellas y déjalas para la segunda fermentación a temperatura ambiente de 4 a 10 días.
- Cuanto más tiempo la dejes, más burbujas tendrá y menos dulce será.
- Cuando alcance el sabor que te gusta, guarda las botellas en la nevera.
Paso 3: El Montaje Final para un Brindis Inolvidable
En cada vaso:
- Coloca una pequeña flor de saúco fresca.
- Vierte la kombucha de saúco bien fría por encima.
- Añade una guinda congelada para darle un toque ácido y un color espectacular.
Un Truco de Maestro
Si tienes prisa o te apetece una bebida más dulce, sáltate la segunda fermentación con este atajo:
- Mezcla el sirope de saúco directamente en tu kombucha natural ya fría.
- Tendrá menos gas, pero un delicioso sabor floral y dulce al instante.
Y recuerda: la guinda es innegociable. Siempre.