¡Entre las bebidas fermentadas, la kombucha con gas es una de las más refrescantes y perfecta para los días calurosos de verano! ¿Cómo conseguir esa carbonatación perfecta en tu kombucha casera? Cada lote de kombucha puede ser diferente, pero hay algunos pasos que puedes seguir para asegurarte de que la carbonatación esté garantizada.
La naranja y otros cítricos recién exprimidos son excelentes para la segunda fermentación de la kombucha.
Burbujas de CO2 en la kombucha
La cantidad de dióxido de carbono influye en que la bebida sea más o menos burbujeante. El CO2 se forma durante el proceso de fermentación cuando la levadura convierte el azúcar en dióxido de carbono. Por tanto, la cantidad de levadura afecta a que la bebida acabe teniendo burbujas o no.
El cultivo de kombucha es una simbiosis de levaduras y bacterias. Puedes ver la levadura en tu kombucha: sus hilos flotan en el líquido, y el sedimento polvoriento más oscuro que suele acumularse en el fondo del vaso también es levadura. Por lo tanto, es importante que antes de verter la kombucha, la remuevas bien para asegurar que haya una cantidad suficiente de levadura, con la que harás una segunda fermentación.
¿En qué momento de la fermentación se forman burbujas?
Ya durante la fermentación primaria se forma CO2 en la kombucha, pero es importante centrarse en la fermentación secundaria para aumentar las burbujas. En la fermentación primaria, el flujo de aire es importante para el éxito de la fermentación, mientras que la segunda fermentación se realiza en botes herméticos. Esto también retiene el CO2 en el líquido.
Se recomienda hacer la segunda fermentación a temperatura ambiente en botes con tapa durante unas 24-48 horas y luego guardar los tarros en el frigorífico. Cuando se vierte la kombucha recién fermentada en tarros de segunda fermentación, también se añade azúcar. De este modo, las levaduras del líquido podrán hacer su trabajo y formar burbujas, razón por la cual esta bebida gusta tanto.
Almacena la kombucha en tarros con tapa; puedes añadir zumos, trozos de fruta o simplemente azúcar.
¿Qué tipo de azúcar utilizar en la segunda fermentación?
No importa tanto el azúcar que se utilice, ya que éste se consume en la segunda fermentación de la bebida. Sólo hay que tener cuidado con las cantidades. Si utilizas zumo recién exprimido, su cantidad no debería superar el 10% de la cantidad total de kombucha para evitar una fermentación excesiva o una bebida demasiado dulce. También puedes añadir fruta; las fresas, por ejemplo, son estupendas para la kombucha.
Es difícil precisar la cantidad de este azúcar añadido. Es aconsejable experimentar y así encontrar la combinación perfecta para ti. Por lo general, basta con una cucharada de azúcar, unos trozos de fruta o 50 ml de zumo para 500 ml de kombucha. Sin embargo, en el curso de la fermentación secundaria también influyen la temperatura ambiente y el tiempo de fermentación, así como el tipo de kombucha que se haya fermentado: si es más ácido o más dulce.
Tarros con tapa para retener las burbujas en kombucha efervescente
Los tarros herméticos son muy importantes para el éxito de la segunda fermentación de la kombucha, sobre todo si quieres que tu bebida tenga más CO2. Los tarros con la tapa con base de goma sujeta con metal al resto del frasco son una buena opción. Asegúrate también de que los frascos tengan la calidad suficiente. La presión aumenta durante la fermentación, y los tarros podrían agrietarse. Para evitarlo, libera de vez en cuando la presión de los frascos cuando almacenes la kombucha durante periodos prolongados.
Deja que este post te ayude a encontrar la mejor combinación para tu kombucha con gas. ¡Por supuesto, no olvides enfriar la kombucha antes de servirla!