La primavera es una estación de renovación que trae consigo una abundancia de verduras frescas y vibrantes. ¡Prepárate para celebrar la temporada fermentando sus mejores tesoros! No solo ahorrarás dinero y los disfrutarás durante más tiempo, sino que la fermentación potencia sus beneficios para la salud y les da un sabor increíble.
En esta guía, exploraremos los fundamentos de la fermentación de verduras y compartiremos algunas recetas deliciosas para que te inicies en este arte.
¿Por qué deberías fermentar tus verduras?
- Más vitaminas y minerales: La fermentación facilita que tu cuerpo absorba todos estos nutrientes esenciales.
- Un intestino feliz: Las verduras fermentadas están repletas de bacterias beneficiosas que mantienen tu sistema digestivo funcionando a la perfección.
- ¡Una explosión de sabor!: La fermentación añade un delicioso toque ácido que lleva tus verduras a otro nivel.
Algunas de las verduras frescas de primavera perfectas para fermentar son los espárragos, los rábanos, las zanahorias, la remolacha y los ajetes. ¡Y cualquier otra cosa que encuentres de temporada! Además de eso, solo necesitarás agua y sal.

¡Manos a la obra! El proceso de fermentación
- Prepara las verduras: Lava y corta las verduras en el tamaño que prefieras. Los trozos más pequeños fermentarán más rápido que los grandes.
- Crea la salmuera: Disuelve de 1 a 3 cucharadas de sal en un litro de agua. La concentración de sal puede variar según tu gusto y el tipo de verdura.
- Llena el tarro: Coloca las verduras en los tarros, dejando unos dos o tres centímetros de espacio libre en la parte superior. Vierte la salmuera sobre las verduras, asegurándote de que queden completamente sumergidas.
- Mantenlas sumergidas: Usa pesas de fermentación para mantener las verduras por debajo de la salmuera.
- Deja que fermente: Cierra los tarros y déjalos en un lugar fresco y oscuro para que fermenten. El proceso puede durar desde unos pocos días hasta varias semanas, dependiendo de la temperatura y la verdura.
- Prueba y guarda: ¡Después de unos días, echa un vistazo! Cuando alcancen el punto de acidez que te gusta, guarda los tarros en la nevera para ralentizar la fermentación. Puedes usar los tarros de fermentación o pasarlos a tarros de almacenamiento.
Fácil, ¿verdad? Ahora, aquí tienes un par de nuestras fermentaciones favoritas de esta temporada:
Lanzas de Espárragos Fermentados

Ingredientes:
- Espárragos frescos,
- 2 dientes de ajo,
- 1 cucharadita de granos de pimienta negra,
- 1 hoja de laurel,
- 2 cucharadas de sal,
- 1 litro de agua.
Instrucciones:
- Corta los extremos leñosos de los espárragos y colócalos en un tarro.
- Añade el ajo, los granos de pimienta y la hoja de laurel.
- Vierte la salmuera sobre los espárragos.
- Cierra la tapa y deja fermentar durante unos 14 días.
- Cuando el sabor esté a tu gusto, estarán listos para comer.
- Consérvalos en la nevera.
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Rábanos Fermentados Picantes

Ingredientes:
- Rábanos frescos,
- 1 jalapeño (en rodajas),
- 2 dientes de ajo,
- 2 cucharadas de sal,
- 1 litro de agua.
Instrucciones:
- Corta los rábanos y el jalapeño en rodajas.
- Coloca los rábanos, las rodajas de jalapeño y el ajo en un tarro.
- Vierte la salmuera sobre la mezcla.
- Añade una pesa encima para mantener los rábanos sumergidos.
- Cubre con una tapa y deja fermentar durante 5 días.
- Cuando el sabor esté a tu gusto, guárdalos en la nevera.
Consejos para una Fermentación Exitosa

¿Quieres asegurarte de que tus verduras de primavera fermenten a la perfección?
Aquí tienes algunos consejos clave:
-
Limpieza: Asegúrate de que todos los utensilios y tarros estén impecables para evitar bacterias no deseadas.
Temperatura: La temperatura ideal de fermentación está entre 21-24°C. - Paciencia: ¡No tengas prisa! Cuanto más larga sea la fermentación, más complejos serán los sabores.
- Mantén las verduras sumergidas: Las verduras deben permanecer bajo la salmuera para protegerlas del moho y permitir una fermentación uniforme.
- Confía en tu olfato y tu gusto: Comprueba el olor y el sabor de tus verduras durante la fermentación. Si algo huele mal, probablemente lo esté. ¡Más vale prevenir que curar!
Con estas recetas y consejos en tu arsenal, ¡estás en el buen camino para convertirte en un maestro de la fermentación!